domingo, 13 de mayo de 2012

Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven

                                             
Albert Espinosa, Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven, 2011

Cada año de mi vida he buscado doce perlas. Doce personas que no conociera pero que se me aparecieran y marcaran mi mundo de tal manera que yo virara. […] Una joya que el mundo te dio y, aunque han pasado los años, aún las conservas… Eso confirma qué gran perla fue, pues el tiempo no le ha quitado nada de su brillo ni de su intensidad. […] Con el tiempo algunas perlas pasan a ser diamantes. Cada ochenta o noventa perlas aparece un diamante… Un diamante, para que me entiendas, es una de esas personas que se hace tan básica y tan importante en tu vida que parece creada únicamente para ti.”

Este es un fragmento extraído de la novela de Albert Espinosa titulada Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven.  El protagonista de la historia, Dani, está pasando por unos momentos bastantes dramáticos después de la separación con la que considera el amor de su vida. En medio de todo esto, recibe la llamada de auxilio de un padre que necesita ayuda para encontrar a su hijo que recientemente ha desaparecido. Todo ello lo conducirá a la isla de Capri, lugar al que había huido en su niñez tras la desaparición de sus padres y en el que no puede evitar revivir mil recuerdos.

De hecho, la cita se ambienta justo en el momento en que Dani, ya adulto, se transporta al pasado y revive una conversación que lo marcó de por vida. En ella se introduce el término de perla como una metáfora sobre aquellas personas que surgen de la nada, entran en tu vida y te dejan marca para siempre. El personaje que habla con Dani le dice que debemos pasarnos la vida persiguiendo esa tipología de persona, sabiendo que entre las perlas que encontremos surgirán los diamantes que serían, y cito textualmente del libro, “almas que se funden con la tuya propia”.

Se trata, pues, de una reflexión sobre el recorrido que sigue nuestra vida, el destino y  aquello con lo que nos cruzamos en el camino, entendiendo que no estamos solos, que nos modelamos gracias a aquellas personas que nos hacen ser realmente y explotan nuestro mejor yo. Todo el mundo ha encontrado perlas a lo largo del viaje, los más suertudos algún que otro diamante, pero el verdadero reto está en mantenerse atento a los que aún están por llegar.


Café Mocca,

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