Soneto XLIV
Sabrás que no te amo y que te amo
puesto que de dos modos es la vida,
la palabra es un ala del silencio,
el fuego tiene una mitad de frío.
Yo te amo para comenzar a amarte,
para recomenzar el infinito
y para no dejar de amarte nunca:
por eso no te amo todavía.
Te amo y no te amo como si tuviera
en mis manos las llaves de la dicha
y un incierto destino desdichado.
Mi amor tiene dos vidas para armarte.
Por eso te amo cuando no te amo
y por eso te amo cuando te amo.
Pablo Neruda
En este soneto Pablo Neruda no hace más que recordarnos algo que todos sabemos, que de dos modos es la vida. Siempre andamos escogiendo entre una opción u otra, basándonos en nuestras propias motivaciones e intereses. Nos preguntamos cómo sería nuestra vida si hubiésemos escogido un camino u otro, si hubiésemos cogido esta carrera o la otra, si hubiésemos estudiado más para aquel examen que para aquel otro.
No sólo Neruda se preguntaba qué podría haber sido de nosotros si hubiésemos escogido de otra forma, también Unamuno se plantea nuestra libertad a la hora de escoger en Niebla o Amor y Pedagogía, dándonos lecciones del condicionamiento de nuestro alrededor en las decisiones que tomamos, pese a que la elección siempre recaiga finalmente en nosotros.
¿Realmente escogemos porque así lo queremos o porque nos empujan a quererlo? Las motivaciones de las personas son delicadas de conocer y estudiar. ¿Lo que nos motiva nos define o, por el contrario, nuestras motivaciones vienen impuestas por la superestructura social?
“Yo soy yo y mis circunstancias”
Como decía el filósofo Ortega y Gasset, en la exploración de “lo que nos mueve” no estamos solos. Somos el centro de un sistema en el que orbitan asteroides y lunas y en el que nuestra propia constelación orbita alrededor de otros soles más brillantes, nos movemos al compás de las leyes naturales de nuestro ecosistema social.
Gasset externaliza las circunstancias en este aforismo como algo ajeno al ego individual. Algo que también orbita a nuestro alrededor y que debemos respetar si no queremos colisionar o explotar. Debemos adaptarnos a nuestras circunstancias y tenerlas presentes, si las respetamos nos guiarán por el camino designado.
“La Libertad significa libertad para decir que dos más dos son cuatro. Si eso se admite, todo lo demás se da por añadidura”
Como nos arenga Orwell en 1984, la libertad al fin y al cabo acaba siendo la afirmación de lo convencional, nos sentimos cómodos siguiendo una compilación de convicciones que nos ayudan a sobrellevar la vida diaria y, por consiguiente, nos ayudan a elegir entre lo que favorecerá nuestro sistema de convicciones y nos aportará más seguridad o aquello que romperá radicalmente con todo lo que nos hemos establecido a lo largo de nuestra vida y que percibiremos como peligroso.
La curiosidad nos atrae, el peligro nos repele y la seguridad nos reconforta. La palabra es un ala del silencio y el fuego tiene una mitad de frío, puesto que de dos modos es la vida. ¿Qué vida escoges tú?
Espresso Panna
Espresso Panna
No hay comentarios:
Publicar un comentario